Filed under: Para escribir un poema
En nuestra cultura actual se está tramando algo mucho más insano. No se nos prohíbe escribir, pero se nos desanima a hacerlo. La marca Hall’mark lo hace por nosotros. Compramos la tarjeta que «más se aproxima» a lo que deseamos expresar. Las escuelas nos inculcan continuamente el modo de expresar nuestras ideas, y sus técnicas incluyen aspectos como ortografía correcta, temas de redacción y formas de evitar los rodeos, de manera que la lógica se convierte en la autoridad máxima y las emociones se mantienen a raya. Escribir, tal cual se nos enseña, se transforma en una actividad deshumanizada. Nos pasamos la vida corrigiendo el estilo, omitiendo los detalles que nos resultan pertinentes. Se nos instruye en la duda personal y la autocrítica, en lugar de instruirnos en la propia expresión.
Julia Cameron, «El derecho y el placer de escribir». Ed. Gaia, 2000.
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