Filed under: Para escribir un poema
El lema del poeta no puede ser sino éste: En mi dolor está mi alegría. […]Sospecho que el poeta es ese hombre para quien, en última instancia, el dolor no es una realidad.[…] Y ahí está precisamente lo terrible de un dolor así: padecerlo y saber que no es real, que no tiene potestad sobre el poeta porque el poeta lo prisma y lo rebota poema, y además goza al hacerlo como si estuviera jugando con un gato que le araña las manos. […] En el fondo el poeta no admite jamás el dolor: sufre, pero a la vez es ese otro que lo mira sufrir parado a los pies de la cama y pensando que afuera está el sol.
JULIO CORTÁZAR – El poeta como alguien que en plena noche se pusiera una máscara, un disfraz, y se quedara así, solo y a oscuras.
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