Filed under: cómo llegué a..., de realidades está el mundo lleno, ser Aquaria ben Laden
Un 30 de enero, el de 1948, moría Gandhi, asesinado a tiros por un fanático con el apoyo de un grupo extremista. Nunca recibió el Nobel de la Paz como Obama.
Albert Einstein escribió sobre él: «Las generaciones que vengan, si es que existen, difícilmente creerán que tal hombre de carne y hueso haya existido sobre la tierra». Y lo malo es que, hoy, sus métodos resultan igualmente increíbles, como si fuesen asunto de otra dimensión: ¿una revolución pacífica?, ¿derrotar a todo un imperio sin especular con la muerte de los invasores?, ¿luchar armado de la palabra, del corazón, sin nada que pinche ni corte ni haga fuego? Han pasado apenas 63 años y parece cosa de novela, de película. Nuestra revolución, ¿no sabremos hacerla igual de limpia, así de hermosa, tan tranquilamente?
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