Este texto forma parte de un guión más amplio cuyo objetivo fue la alteración física de las condiciones del espectador: ver toda la info aquí
un poco triste. contra esta colmena que no nos deja desnudarnos, sentir pulsar la piel, abrirnos cada noche a un cielo de estrellas. contra el enjambre tuyo y mío que no se cruzan.
dos puertas más abajo un muchacho ha mordido el cañón de la escopeta. dónde has estado? los universos se encogen, flotan cada vez más lejanos, pierden los puntos de contacto. conozco la historia de ese muchacho: su padre me cortaba el pelo. mi estupidez, tu ceguera, nos han disminuido. no nos encontramos. su hermana, lucía, se bañaba en el patio. él se tumbaba boca arriba en el tejado y se perdía en los espacios entre las estrellas. yo no lo he tocado. solía gustarme esta historia.
no quisiera llegar a las manos, a la colisión. desármame con la mirada, muéstrame las palmas de tus manos, cierra los ojos, déjate habitar. es todavía posible la levedad de la mariposa, el puente de cristal y palabras que son menos que fosfenos. no quiero ahogarme en los secretos de los demás, las murallas que traza la colmena. un tenue hilo sostiene la cometa.
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una de las imágenes centrales de este texto se convirtió en el poema dos de vaho en el cristal
Comentario por aquaria 9 enero, 2011 @ 23:59