Daniel Rabanaque (Zaragoza, 1976).
Tímido y reservado, no adivino qué te puedo contar de mí que refleje… esto, que refleje lo que soy, que me ponga, de alguna manera, entre tus manos, a tiro de puño y caricia. Callada y discreto, no adivino, desde aquí, con qué palabras prendarte, decirte que estoy ahí, contigo, casi leyendo por encima de tu hombro.
Deslumbrado por la magia de las palabras, empecé a escribir desde que aprendí a leer. Fascinado y seducida por la maravilla que supone que seamos capaces de entendernos. Deslumbrado por las sonrisas que, impresas en papel, te saltan a la boca, por las lágrimas que esperan al volver la página... Encandilado por el carrusel de versos, de libros, salgo de mi asombro para separar un destello, para elegirte un mote, una sarta de letras que ofrecer como collar, como bálsamo a tu piel.
Aterido en un mundo por veces gritón y malhablado, me sublevan los discursos sometidos, los papagayos del status quo que con su parloteo mal aprendido nos roban el turno de expresarnos, nos imponen dictados que son lindas jaulas de fuegos fatuos. Desabrigada y a la intemperie, busco cómo y con quién repoblar el páramo esquilmado de la comunicación de masas, busco terreno fértil para otros titulares, para poner tu foto en la portada de tu vida.
Desnudo y extensa como página en blanco, me tiendo a la espera de que llegues a hablarme, de que halles las palabras que nos unen, de que aceptes mis ofrendas, los poemas a tus pies.
Esta es la presentación que envié para documentación y publicaciones del festival de poesía «La ciudad en llamas» (Oviedo, 5 y 6 de noviembre de 2009).
hete aquí, aquaria, valentía..
como un pirómano para La ciudad en llamas
entregada a esta vocación de hacerte aire, viento, aliento.
El festival? Una buena piñata de poetas, que la sacudías y chorreaba versos, el honor de compartir mesa poética con Álex Chico y ese pedacito de luz inquieta que es Carmen Camacho; la alegría siempre en la boca al reencontrar a David Eloy y Jose María, José María y David Eloy (que aún no sé cuál es cuál de tan juntos que los quiero), y el Dani Mata, tocayo de Aquaria, que la dio un disco tope bueno, sobre todo esa poesía vista desde el espacio, que es escucharla y no poder parar de llorar. Y de entre todos los versos, versos espeluznantes estos de Miguel Ángel García Argüez, capaces de desordenarte todo el pelo de la felpa:
Danza #2
Me pasa que a veces cuando trato de hablar
Se me llena la boca de pulpos y de errores
Quiero decir ventana pero digo bichos
Quiero decir niño pero digo hidrocarburos
Quiero decir azucena pero digo pollo
Quiero decir esperanza pero digo tendones
Quiero decir música pero digo alimaña
Quiero decir poema pero digo año-luz
Quiero decir caos pero digo frigorífico
Quiero decir manos pero digo cisjordania
Quiero decir hermanos pero digo manicomio
Quiero decir agua pero digo arañazo
Quiero decir pan pero digo estratosfera
Quiero decir amante pero digo dientes
Quiero decir pájaro pero digo epilepsia
Quiero decir cariño pero digo territorio
Quiero decir nubes pero digo arquitectura
Quiero decir labio pero digo encía
Quiero decir palabras pero digo ruido
Quiero decir verdades pero digo acertijos
Quiero decir algo pero digo nada
Quiero decir ángel pero digo miguel
Pero a ti también te pasa que si tratas de oír
Los oídos se te llenan de horror y de chatarra
Yo te digo luminaria pero tú oyes negocio
Yo te digo mundo pero tú oyes entrecejo
Yo te digo cachorro pero tú oyes señorita
Yo te digo oscuridad pero tú oyes sextante
Yo te digo altitud pero tú oyes mayonesa
Yo te digo revuelta pero tú oyes crucigrama
Yo te digo deseo pero tú oyes ministerio
Yo te digo sequía pero tú oyes semiótica
Yo te digo sombrero pero tú oyes euzkadi
Yo te digo ronquido pero tú oyes psicoanálisis
Yo te digo café pero tú oyes esteroesclerosis
Yo te digo envejecer pero tú oyes sabandija
Yo te digo dogma pero tú oyes dogma
Yo te digo libre pero tú oyes gratis
Yo te digo ser pero tú oyes estar
Yo te digo estar pero tú oyes haber
Yo te digo haber pero tú oyes tener
Yo te digo tener pero tú oyes ser
Yo te digo mugidos pero tú oyes palabra
Yo te digo gemido pero tú oyes poesía
Por eso ahora estoy aquí afilando las tres espadas de mi boca
La primera para cantar
La segunda para morder
La tercera para suplicar el perdón
:
[Este poema forma parte de Todo se entiende sólo a medias]
Y tras el festival, aún tuve tiempo de patear Gijón y encontrarme en la Laboral una tremenda exposición: Feedforward. Se me quedó grabado el s-77ccr, y he tenido que esperar hasta hoy para acordarme de buscar de nuevo esta movida: un sistema de contra-vigilancia civil, lanzado al grito de Ojos en el cielo, democracia en las calles, pero no llegué a saber si el avión vuela de verdá o es todo una performance artística. Y así me quedé, sin poder trazar una línea clara, una vez más, entre ficción y realidad, entre arte y facto. En el mismo Centro de Arte y Tecnología jugueteé en otra expo sobre videojuegos, música y arte (para la playstation casi todos), pero tras lo visto hubiera necesitado juegos más violentos, qué triste, y de allí me volví a mi Zaraplín.
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[…] con Sara Herrera Peralta en La ciudad en llamas, y me ha llevado todo este tiempo encontrar su blog. Desde ahora, pienso leerle más a menudo. […]
Pingback por La herencia – Sara Herrera Peralta « Aquaria ben Laden 7 enero, 2011 @ 23:01[…] mundo de consumidores, y todavía impresiona más su Aula de las metáforas, adonde me llevó La ciudad en llamas. Ahí va la portada, aquí queda la recomendación y allá va la enhorabuena para el feliz padre de […]
Pingback por De donde vienen los nombres « Aquaria ben Laden 21 octubre, 2011 @ 14:00